martes, 1 de abril de 2014

Nuevo traje evitaría la degradación del cuerpo


Skinsuit está creado para contrarrestar los efectos de la ingravidez en el cuerpo de los astronautas

La vida del astronauta es sorprendente: mientras que desde el espacio dedican su tiempo a la investigación, una vez en la Tierra a menudo contribuyen en el entrenamiento de jóvenes astronautas que se verán orbitando el planeta en un futuro cercano.
Pero no todo es diversión, puesto que ser astronauta acarrea algunos problemas de salud que se dan como consecuencia de la ingravidez, como la pérdida de la masa muscular y ósea, o la alteración del sentido del equilibrio.
Para evitar estos y otros efectos, investigadores del King’s College de Londres, en conjunto con el Instituto de Tecnología de Massachussets y ayuda de la Agencia Espacial Europea, crearon un traje espacial llamado Skinsuit, que podría contrarrestar la degradación de la masa muscular y de los huesos durante exposiciones largas a la microgravedad.
Para funcionar, Skinsuit utiliza un material elástico liviano que produce tensión acumulada de manera gradual desde los hombros hacia los pies, a través de hilos horizontales -similares a un cinturón- que crean un sistema de carga dirigida hacia los pies. De esta manera, se simula un gramo adicional al peso del cuerpo, imitando la fuerza gravitacional de la Tierra y el impulso que genera en el cuerpo del ser humano.
Skinsuit utiliza un material elástico liviano que produce tensión acumulada de manera gradual desde los hombros hacia los pies

Lo que sucede es que durante el tiempo que los astronautas pasan en ingravidez, tienen un crecimiento de hasta siete centímetros porque la gravedad ya no está cargando la columna vertebral y, como consecuencia, suelen padecer de dolores de espalda en sus misiones. Más tarde, cuando vuelven a la Tierra, tienen más posibilidades de sufrir una hernia de disco que una persona normal, lo que significa que deben cuidarse en los ejercicios que realizan para volver a estar en forma.
“En la Tierra estamos constantemente resistiendo la gravedad, lo cual significa que aun mientras estamos sentados o caminando por ahí, estamos ejercitando nuestros músculos y huesos. En el espacio el efecto de esa carga de gravedad es removido y como consecuencia los huesos y músculos de los astronautas no reciben las fuerzas naturales que necesitan para mantenerlos saludables”, comentó Phil Carvill, del Centro de las Ciencias Aeroespaciales y Fisiológicas Humanas, perteneciente al King’s College.

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